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Posted by : Candy Zapata
En República Dominicana, la ley 24-97 contra la Violencia Intrafamiliar, en su artículo 309-2 establece penas de prisión de 1-5 años y multas de 500 a 5 mil pesos para los casos de violencia doméstica, lo que implica el empleo de la fuerza física, violencia sicólogica, verbal, intimidación o persecución dentro del hogar.
Esta mujer de 46 años, que vive cada día con el propósito de encontrar el alimento para ella y sus hijos, siente que su situación ha mejorado con la desaparición física del "papá de mis hijos", como se refiere siempre al que fue su COMPAÑERO y VERDUGO durante 23 años. A pesar del temor, francisca decidió hacer la DENUNCIA de MALTRATO: "a la policía yo fui dos veces, ahí me decían que PORQUE YO ESTABA VIEJA Y MI MARIDO NO ME QUERÍA YO LE TENÍA DESPECHO. Ahí nos mandaban para Villa Juana y una sin pasaje ni nada, eso nos pasa a todas las que vivimos por aquí por Buenos Aires"
Francisca fue una más de las mujeres victimas diariamente de la violencia domestica de manos de su compañero según nos cuenta Unicef/Republica Dominicana: “Yo tuve muchos problemas con el papá de mis hijos, él me maltrataba, me jalaba los moños, me daba golpes, tenía el temor de que quizás algún día me mataba… pero tuvo un accidente y yo me quedé con mis siete hijos”.
Mientras vivió su compañero, ella tenía el continuo temor a ser abusado muerta: "cuando el llegaba después de las doce de la noche y borracho, yo tenia que salir corriendo, saltar por la ventana y quedarme lejos hasta que él se dormía y entonces llamar despacito a mis hijos para que me abrieran la puerta, porque él la cerraba por dentro"
Pero en esta familia, el maltrato no era exclusivo para francisca, también los hijos recibían fuertes castigos físicos y verbales de parte de su padre: "también maltrataba mucho a mis hijos, les daba bofetadas que ellos se caían, todavía mis niños no saben leer ni escribir, porque tienen problemas nerviosos y si uno les habla fuerte, se aterrorizan y se ponen violentos. Aquí en el centro (OSCUS) me han ayudado mucho con ellos y también me han dicho cómo tengo que tratarlos".
Francisca forma parte de las mujeres beneficiarias de los trabajos que realiza la Obra Social Cultural Sopeña-OSCUS-, en el barrio de Buenos Aires de Herrera, justo al lado de la famosa cañada Guaijimía, donde reciben servicios de consejería y apoyo emocional para fortalecer la familia, apoyo para la prevención de la violencia doméstica y el abuso, diversos cursos técnicos para hombres y mujeres, educación a niños y niñas de la zona y alfabetización para adultos, entre otros; OSCUS PUEDE REALIZAR TODOS ESTOS SERVICIOS GRACIAS A UNICEF.
"Aquí en OSCUS me ayudan mucho, porque me dan tranquilidad, también me dan algunas cosas, como ropa. le puedo decir que de ellos yo he recibido más que de la familia de mis hijos, porque ni siquiera los papeles del accidente, que yo creí que podría conseguir algo, ni eso me dieron y yo pensé que con eso por lo menos sacaba a mis hijos de la cañada".
De acuerdo con el testimonio que ofrece Francisca, muchas mujeres de ese sector sufren cada día malos tratos de parte de sus compañeros: "Pero no es sólo lo que me ha pasado a mí, yo veo muchas situaciones así. Mi hermana, yo quiero que alguien me la ayude, el esposo de ella es muy violento y ahora él se fue de la casa, pero viene a decirle que tiene que vender el ranchito donde viven, porque él quiere su parte, pero ellos tienen cuatro hijos y si venden la casita ¿DONDE SE METEN?.
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