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Posted by : Candy Zapata
Nacida en Vicuña, la maestra de escuela Lucila Godoy Alcayaga
llegaría a convertirse en una de las más relevantes figuras de la literatura
universal. Galardonada en 1945 con el Premio Nobel, su vida, su pensamiento
social, político y su obra continúan siendo objeto de estudio y de
controversia.
Gabriela Mistral fue una de las poetas más notables de la
literatura chilena e hispanoamericana. Se le considera una de las principales
referentes de la poesía femenina universal y por su obra obtuvo en 1945 el
primer Premio Nobel de Literatura para un autor latinoamericano.
Nació el 7 de Abril de 1889 en Vicuña, ciudad nortina
situada en el cálido Valle del Elqui, "entre treinta cerros" como
ella misma gustaba de recordar. Fue bautizada como Lucila de María Godoy
Alcayaga, según consta en los registros parroquiales de su ciudad natal. Su
familia era de origen modesto. Sus padres fueron un profesor, Juan Jerónimo
Godoy
Villanueva, y una modista, Petronila Alcayaga Rojas.

En 1910 se trasladó a Santiago, donde trabajó en la Escuela
de Barranca y aprobó los exámenes especiales en la Escuela Normal de
Preceptores. A partir de ese momento empezó a trabajar en distintas escuelas
alrededor del país, como las de las ciudades de Traiguén, Punta Arenas,
Antofagasta y Temuco. En esta última conoció al joven Neftalí Reyes Basoalto
(Pablo Neruda), a quien introdujo en la literatura rusa.
Los progresos en la profesión docente corrieron paralelos al
desarrollo de su producción poética. La prensa regional de La Serena (El
Coquimbo), Ovalle y en Vicuña (La Voz del Elqui) difundió sus primeros
escritos, entre los cuales se cuentan "El perdón de una víctima",
"La muerte del poeta", "Las lágrimas de la huérfana",
"Amor imposible" y "Horas sombrías", publicados entre
agosto de 1904 y septiembre de 1910.
En 1908 sus trabajos fueron objeto de un primer estudio por
parte de Luis Carlos Soto Ayala, quien recopiló en el volumen Literatura
Coquimbana prosas como "Ensoñaciones", "Junto al Mar" y
"Carta íntima". Durante su residencia en Coquimbito, Los Andes,
compuso los famosos "Sonetos de la Muerte", obra por la que obtuvo en
septiembre de 1914 la más alta distinción en los Juegos Florales de ese año.
Las lecturas que en ese entonces fascinaban a la autora incluían a Montaigne,
Amado Nervo, Lugones, Tagoe, Tolstoi, Máximo Gorki, Dostoievski, Rubén Darío y
Jose María Vargas Vila.

Durante la década de 1930 Gabriela Mistral dictó numerosas
conferencias y clases en Estados Unidos, Centro América y Europa. En 1932
inició su carrera consular en Génova, Italia, pero que finalmente no logró
ejercer al declararse abiertamente en oposición al fascismo. Hacia 1938 retornó
a América Latina coronando este regresó con la publicación de Tala, libro
editado en Buenos Aires a instancia de su amiga Victoria Ocampo. Posteriormente
regresó a Estados Unidos con el respaldo de la Unión Panamericana.
A finales de la década de 1930 círculos literarios de
distintos países comenzaron a promover a Gabriela Mistral para el Premio Nobel
de Literatura. El Presidente Pedro Aguirre Cerda y la escritora ecuatoriana
Adelaida Velasco Galdós se mostraron interesados en respaldar su candidatura a
través de la traducción de sus obras.
En el ámbito de su vida íntima, la poetisa vivió trágicos
episodios. En 1942, mientras vivía en la ciudad de Petrópolis, Brasil, fue
impactada por el suicidio de dos de sus amigos, Stefan Zweig y su esposa, ambos
judíos que habían huido de la persecución nazi. Un año más tarde, en 1943,
recibió un golpe aún más doloroso, cuando su sobrino Juan Miguel, a quien
apodaba con cariño maternal "Yin Yin", también decidió quitarse la
vida. Convertida en una figura pública, sus relaciones personales despertaron
una curiosidad que aún no se extingue, particularmente en lo que concierne al
vínculo con sus asistentes Laura Rodig y Doris Dana.
En 1945 la Académica Sueca galardonó finalmente a Gabriela
Mistral con el Premio Nobel de Literatura, premio que recibió el 10 de
diciembre de aquel año. Años después de este reconocimiento de carácter
universal en Chile se le otorgó el Premio Nacional de Literatura en 1951.
Galardón que viene coronado a nivel nacional en 1954 con Lagar, que corresponde
al primer libro de toda su producción publicado en Chile antes que en el
extranjero
