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Posted by : Candy Zapata
50 años de música
Todo el mundo que me conoce sabe que, desde muy joven, yo
quería ser ceramista. El hecho de que yo empezara a cantar profesionalmente se
produce por una serie de eventos que tenían un color casual, informal. De la
mano de mi hermano Juan Ramón y los Dieciséis Jueces empecé a hacer pequeñas
intervenciones. En verano de 1965 actué en un recital de los Setze Jutges en el
Hotel Jaime I de Palma y después, por la insistencia del presidente de
Juventudes Musicales de Mallorca, Pau Valls, en el mismo hotel yo sola.
Creo que fue un lento contagio. La alegría de los Setze
Jutges, sus canciones, su propuesta de compromiso con la lengua y el país,
hacían que aquella afección por la música fuera creciendo en mí. Ellos se
cuidaban de hacerme creer que yo podría ser cantante.
A pesar de que yo seguía pensando en mi primera vocación,
fui a Barcelona a estudiar en la Escuela Massana, y, un día, a la Oveja Negra,
me convirtieron en una juez más. Recuerdo el impulso, como cantante y maestro
de ceremonias, de Josep Maria Espinàs y la estima y la amistad de Lluís
Serrahima y Remei Margarit acogiéndome a casa una temporada. Una casa llena de
criaturas y de canciones. No podía haber mejor entrada a Barcelona para mí que
aquella casa que era, también, el lugar de encuentro de toda la Canción.
En Horta, poco después, encontré mi primer trabajo en el
taller de cerámica de Jordi Aguadé y allí, en la calle Venecia, mi primera
casa. Eran años de juventud y de una ciudad que caminaba hacia el final de la
dictadura y por la libertad. Los amigos y las vivencias de esta primera época
me hicieron reconocer mi vocación, que no era otra que la música. Y Barcelona
también me hizo comprender lo importante Mallorca por mí; creció alrededor de una
familia que le daba tanta importancia al hecho artístico y creativo, el
aprendizaje de la música popular, el cancionero, y el nuestro mar mestizo
influyendo toda nuestra música.
Este año 2017 celebramos mis 50 años dedicados a la música y
lo queremos hacer lejos de nostalgias. Porque han pasado volando, porque los he
vivido intensamente haciendo lo que más me gusta y porque siento que es una
celebración llena de alegría con la salida de un nuevo disco que hacía tiempo
que estaba preparando.
Quisiera deciros que me hubiera sido imposible llegar hasta
aquí sin los maestros, los
músicos, los representantes y los profesionales del
mundo del espectáculo, las discográficas, los técnicos de sonido y de
escenarios, los críticos, los periodistas ... quisiera rendir un homenaje,
también, a los poetas y decir que la poesía me ha dado un espacio de expresión
lírica maravilloso. Y agradecer intensamente el tiempo de creación -y de
placer- acompañada de unos músicos amigos, generosos, artistas magníficos que
me ayudan y me acompañan a tocar muy a menudo el cielo.
Finalmente agradecer al público, sin el cual nada de esto no
tendría sentido.
"Gracias a los que escuche
mi voz como amiga
yo canto en su nombre
su voz es la mía."
Maria del Mar Bonet
Fuente: https://translate.google.es/translate?hl=es&sl=ca&u=http://mariadelmarbonet.com/50-2/&prev=search