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Posted by : Candy Zapata
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(1 de abril de 1776 - 27 de junio de 1831) |
(Esta entrada se publicó primero en el número 11 de la
revista Buk Magazín, que puedes leer online.)
Sophie Germain nació en París el 1 de abril de 1776, en el
seno de una familia acomodada; su padre regentaba un pequeño negocio en el
centro de la capital francesa. Sophie tenía trece años cuando el pueblo tomó la
fortaleza de la Bastilla y se inició la Revolución Francesa. Para evadirse de
los tumultos callejeros, ella se refugió en la biblioteca
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Retrato de Sophie Germain
con catorce años enlace
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familiar. Y empezó a
leer libros de matemáticas.
El flechazo fue inmediato. Se pasaba las noches en vela,
estudiando a los maestros, como Newton y Euler. Los padres no veían con buenos
ojos esta relación; las matemáticas, se decía entonces, estaban muy por encima
de la capacidad intelectual de la mujer. Le escondían las velas y le quitaban
sus ropas de abrigo para intentar disuadirla. Hasta que la constancia de Sophie
les hizo cambiar de opinión. Aquello no iba a ser un simple amor pasajero.
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Joseph-Louis
Lagrange, el mentor de Sophie (enlace) |
En 1794 se inauguró la Escuela Politécnica de París, a la
que Sophie no tenía acceso pues solo admitían a hombres. Sin embargo, ella se
las ingenió para recibir los apuntes destinados a un antiguo alumno,
Antoine-Auguste Le Blanc, y cada semana contestaba a los problemas usando ese
seudónimo. La brillantez de sus respuestas llamó la atención del responsable
del curso, el gran matemático Joseph Louis Lagrange, quien finalmente descubrió
el secreto de Sophie y se convirtió en su principal mentor.
A lo largo de su vida, Sophie se interesó especialmente por
la
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C.F. Gauss |
teoría de números. Quedó tan fascinada con el libro Disquisiciones
Aritméticas de Carl Friedrich Gauss, publicado en 1801, que se animó a mandarle
una carta al autor bajo la identidad de Le Blanc. Gauss supo reconocer el
talento de su colega e inició una correspondencia que se prolongaría durante
varios años.
Cuando Napoleón invadió los territorios vecinos, Sophie
mandó proteger a Gauss por medio de un general amigo de la familia. Fue
entonces cuando el insigne matemático se enteró de la verdadera identidad de
Monsieur Le Blanc. En una deliciosa carta, Gauss manifestó su admiración “por
alguien de su sexo, que por nuestras costumbres y nuestros prejuicios debe
encontrar infinitamente más obstáculos y dificultades que los hombres para
familiarizarse con sus espinosos estudios [de las matemáticas]”.
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Figuras de Chladni |
A partir de 1808, otro asunto atrajo la atención de Sophie
una buena temporada. Al hacer vibrar un plato de cristal, la arena colocada en
su interior se distribuía formando distintas figuras, que dependían de las
condiciones del experimento (forma del plato, sujeción, modo de las
vibraciones,…). La Academia de Ciencias francesa creó un premio para quien
fuese capaz de describir matemáticamente este comportamiento. Finalmente, en
octubre de 1813, tras cuatro años de intensa dedicación, fue la única persona
que presentó un trabajo aceptable. Sophie Germain se convirtió así en la
primera mujer que ganaba el premio de la Academia de Ciencias.
Si este éxito le dio fama entre sus contemporáneos, hoy la
recordamos por otra aportación fundamental en la teoría de números. Durante
años estuvo estudiando la forma de resolver el conocido como último teorema de
Fermat. No lo consiguió, pero al menos cambió el enfoque para tratar de
resolver el problema. Hasta entonces las pruebas se habían hecho caso por caso.
Sophie fue la primera en intentar demostrar el caso general. Una de sus
conclusiones todavía se conoce hoy como el teorema de Sophie Germain.
A pesar de todos sus logros, la vida de Sophie no fue un
camino de rosas. Marcada por su condición de mujer, sufrió la envidia y el
paternalismo de muchos de sus colegas, que no la aceptaron como una más. Tuvo
que trabajar en solitario toda su vida, sin apenas compartir sus resultados con
nadie, salvo unas pocas excepciones. Nunca se llegó a casar, pero al menos
disfrutó toda su vida de su verdadero amor, las matemáticas. Murió el 27 de
junio de 1831, con 55 años, a causa de un cáncer de pecho.
La tumba de Sophie Germain en el cementerio de Père-Lachaise |