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  • Posted by : Candy Zapata


    “Madres y hermanas, esposas e hijas en una paciente, sufrida, dolorosa y desalentadora tarea de hogar y de familia. Llegaron a confeccionar tortillas sin huevo, guisos sin carne, fritos sin aceite, dulces sin azúcar, café con trigo tostado; hicieron pucheros con huesos, cocidos sin semilla ni patatas, embutidos de pescado”.
    Hoy notas de mujer..." ha querido hablar con las mujeres mayores del pueblo sobre la postguerra.

    Finalizada la guerra civil española, no sólo hubo vencedores y vencidos.
    En 1939, España era un país arruinado. Diezmada geográficamente, el hambre y la extrema necesidad eran la realidad cotidiana de una gran parte de la población.
    Los primeros años de postguerra fueron peores que la misma guerra.
    Los alimentos se convirtieron en un bien escaso. A los españoles aún les quedaba por soportar una dura etapa, que se vio agravada por el aislamiento internacional del régimen franquista.
    ¿Cómo sobrevivieron?, le pregunto a un grupo de ancianas  de mi pueblo. Ellas empiezan a hablar y yo a escuchar.

    •  Aprendimos a cambiar monedas o joyas de oro por un chusco de pan negro.

    •  La necesidad hacia que acudiésemos a los cuarteles a pedir las sobras.

    • El hambre hizo que muchas mujeres tuvieron que prostituirse por un poco de comida.

    • Los fumadores, aparte de recoger colillas, secaban hojas de patatas que luego se fumaban.

    •  No podemos hablar de postguerra si no decimos cartilla de racionamiento.

    • La cartilla de racionamiento tenía hasta rango. Las había de primera, segunda y tercera categoría, en función del nivel social.

    •  Hablar de postguerra es decir que persona tenía derecho a la semana a 125 gramos de carne, 1/4 litro de aceite, 250 gramos de pan negro, 100 gramos de arroz, 100 gramos de lentejas rancias con bichos, un trozo de jabón.

    • Siempre rico y pobres; El pan, que era negro, porque el blanco era un artículo de lujo

    • Hablar de posguerra es decir supervivencia. El pan se hacia por la noche para evitar a los agentes de la guardia civil.

    • Venta ilegal; Recordamos el estraperlo. Falsas embarazadas que escondían  pan, patatas ………

    • La necesidad hizo que a veces la gente desenterraba los animales muertos.

    • Quitarse el hambre había que ganárselo: Las cartillas no fueron para todos. En muchos puntos de la geografía española, a las viudas de los fusilados del bando republicano no les fueron entregadas.

    • Mucha picaresca. Madres y abuelas borraban con miga de pan los sellos que se colocaban como señal de haber entregado los alimentos y mandaban a las niñas más pequeñas otra vez a la cola.


    No quería olvidar; olvidar es convertir en cenizas la parte más larga de tu vida, porque el olvido llega cuando casi ya no vives. Olvidar es un despilfarro, es quedarte sin nada, con las manos vacías y la mente vacía”.                                                             Juana Doña, “Gente de Abajo”.





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