Traductor
Inspírate con la historia de vida de Frida Kahlo, la pintora
mexicana que logró conquistar el mundo entero con su obra, personalidad y
estilo.
Frida Kahlo es una de las pintoras latinoamericanas más
reconocidas y emblemáticas del mundo entero. Sus pinturas dejan una huella
dolorosa y mágica en el corazón de quien las mira. Su estilo ha llegado hasta
la portada de Vogue e incluso hoy inspiran las nuevas tendencias. Sus palabras
se han convertido en citas memorables. Su relación con Diego Rivera se
convirtió en una de las historias más dulces y amargas de la historia. Y su
vida es una de las más divertidas, conmovedoras e inspiradoras de todos los
tiempos.
Convirtió su sufrimiento en una obra de arte; Frida Kahlo
![]() |
Las Madres de Plaza de Mayo en la segunda Marcha
de la
Resistencia, ocurrida entre el 9 y el 10 de diciembre de 1982.
|
La idea de reunirse en la Plaza de Mayo surgió el sábado 30
de abril de 1977, cuando el grupo inicial de 14 madres de detenidos y
desaparecidos estaba esperando que las atendiera el secretario del vicario
castrense, en la Curia Metropolitana (en Buenos Aires). Una de ellas, Azucena
Villaflor, propuso entonces: «Individualmente no vamos a conseguir nada. ¿Por
qué no vamos todas a la Plaza de Mayo? Cuando vea que somos muchas, Videla
tendrá que recibirnos». La elección de la Plaza de Mayo se debió a que está
situada frente a la Casa Rosada ―sede de la Presidencia― y a que es el lugar
donde tradicionalmente se han efectuado manifestaciones políticas. Las 14
madres caminaron hasta la plaza y se quedaron de pie enfrente de la entrada
principal de la Casa Rosada.
Entre los años 1974 y 1979 la Republica Argentina sufrió la
guerra más cruel de toda su
historia. "Durante el gobierno militar de
1976, la sociedad argentina se ha visto sometida a uno de los peores genocidios
que recuerda la historia de la humanidad..." (Hebe de Bonafini, Presidenta
de las Madres de Plaza de Mayo)
Aun sangran - desgraciadamente - las heridas de aquella década violenta que
tuvimos que vivir en mi querido país. Las paginas de los diarios, los programas
de televisión y de radio, nos recuerdan, periódicamente, estos trágicos sucesos,
que seguirán viviendo en la memoria todos los argentinos.
![]() |
Una de las Madres en un acto de recuerdo en la ex-ESMA, junto al retrato de su hija, desaparecida a los 18 años. |
Las estadísticas de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo e
Hijos de desaparecidos, registran la muerte y/o desaparecieron de 30.000
personas.
HAGAMOS HISTORIA
Algunos datos o referencias breves nos ayudaran a situarnos
en aquella época.
En 1974 y luego de la muerte del Presidente Juan Domingo
Perón, asumió el poder, el 30 de
junio, su esposa, Maria Estela Martínez
de Perón, que ejercía la vicepresidencia de la Nación. Los problemas y
enfrentamientos políticos se agravaron. La señora de Perón carecía de
personalidad y capacidad para gobernar. Una profunda crisis socio-política y
económica se sumaba al gran descontrol que reinaba en toda la Nación. Ante esta
grave situación, el gobierno constitucional de la señora de Perón tomó una
decisión que - con el tiempo - traería
como consecuencia, los miles de muertos
y desaparecidos que hubieron.
El 6 de octubre de 1975, firmo un decreto que llevaba como
titulo "Fuerzas Armadas-Ejecución de las operaciones militares y de
seguridad necesarias para eliminar la subversión" Y en su articulo 1ro. Le
ordenaba a las Fuerzas Armadas y de Seguridad el "aniquilamiento del
accionar de los elementos subversivos en todo el territorio del país." Así
lo hicieron.
Preguntas:
- ¿Qué pasó en 1974?
- ¿Cómo era la situación en Argentina en aquella época?
- ¿Qué hizo María Estela Martínez de Perón en octubre de 1975?
LAS FUERZAS ARMADAS TOMAN EL PODER
El 24 de marzo de 1976, las Fuerzas Armadas, tomaron el
gobierno de Maria Estela Martines de Perón por la fuerza. El 29 de marzo,
asumió el cargo de Presidente de la Nación, el general Jorge Rafael
Videla, designado por una Junta Militar, que integraban los tres comandantes
generales: de Ejercito, Marina y de la Fuerza Aérea. Con la suma del poder, el
gobierno militar ejerció la represión, entonces eran asesinados diariamente,
estudiantes, intelectuales, sacerdotes, artistas, militantes políticos,
periodistas, y profesionales.
Preguntas:
- ¿Qué pasó el 24 de marzo de 1976?
- ¿Quién es Videla?
![]() |
¡Basta! de Carlos Terríbili.
Obra en el Museo del Bicentenario
que recuerda a las
Madres de Plaza de Mayo.
|
SE CREA LA ASOCIACIÓN DE MADRES DE PLAZA DE MAYO
Días después del golpe militar un grupo de madres de muertos
y desaparecidos de la guerrilla fueron por primera vez a la Plaza de Mayo,
ubicada en el centro de la ciudad de Buenos Aires y frente a la Casa de
Gobierno, conocida popularmente como la "Casa Rosada" - por el color
de sus paredes – donde tiene su oficina el Presidente de la Nación.
La actual presidenta de dicha asociación, la Sra. Hebe de
Bonafini – que tiene dos hijos desaparecidos - nos relata los hechos históricos
que la tuvieron como protagonista.
"Fuimos por primera vez, el 30 de abril de 1976".
Recuerdo que era un sábado. La intención no fue otra que entregar una carta en
la Casa de Gobierno, para que nos dijeran que había pasado con nuestros hijos.
Como era un fin de semana nadie nos vio, por eso decidimos volver el jueves
próximo. Ese DIA, finalmente, fue
elegido hasta hoy para realizar
nuestras marchas alrededor de la Pirámide de Mayo; un monumento histórico que
recuerda el 25 de Mayo de 1810, fecha que marcó el inicio de nuestra
independencia del Reino español alcanzada el 9 de julio de 1816.
Teníamos que caminar alrededor de la Pirámide de Mayo porque
estaba prohibido que se hicieran reuniones de mas de cinco personas por el
llamado "Estado de Sitio". Esta era una ley dictada por el gobierno
militar. La ley decía que los grupos de gente que superaran esa cifra, tenían
que separarse y retirarse de donde se encontraran. Si no lo hacían, la policía
podía llevarlos a la cárcel. Al principio nos juntábamos en un banco de la
Plaza, pero después tuvimos que marchar alrededor de ese monumento, porque
éramos muchas y no podíamos quedarnos quietas y dialogando entre nosotras.
Tomamos la decisión de caminar y así no pudieron detenernos ni llevarnos a la
cárcel.
"Creamos la asociación de Madres de Plaza de Mayo" -
dice la Sra. de Bonafini - porque cuando nos juntábamos para reclamar por
nuestros hijos en otros organismos del gobierno militar, nos sentíamos como
separadas. En cambio en la Plaza de Mayo,
éramos todas iguales, a todas nos pasaba lo mismo. Nos habían llevado a
nuestros hijos, llorábamos por su ausencia, compartíamos nuestras tristezas y
nos unía un idéntico dolor.
Pero, todavía en esa época,
éramos despreciadas por la sociedad. Pasamos a ser las familias de los
"terroristas". Nos cerraban las puertas y decían que estábamos locas.
En un principio nos juntamos entre 60 y 70 madres. El tercer
jueves, desde que decidimos reunirnos,
ya sumábamos 300. La policía tenía la orden de perseguirnos. De echarnos
de la Plaza de Mayo. Por muchos anos se produjeron entre ellos y nosotras, grandes conflictos.
Preguntas:
- ¿Qué pasó el 30 de abril de 1976? ¿Qué día era? ¿Qué importancia tiene este hecho?
- ¿Qué pasó el jueves siguiente? ¿Qué tiene lugar desde entonces en la Plaza de Mayo?
- ¿De dónde viene el nombre de la plaza?
- ¿Quién es Hebe de Bonafini?
- ¿Por qué marchan las madres alrededor de la Pirámide de Mayo y no se quedán paradas solamente?
- ¿Por qué crearon la asociación de Madres de la Plaza de Mayo?
- ¿Por qué se reúnen las madres en la Plaza de Mayo?
- ¿Cómo trataron a las madres?
LA ESTRATEGIA PARA QUE NOS CONOZCAN EN EL MUNDO
Cuando llegaba a la Argentina algún personaje
importante, aprovechábamos para
El símbolo tradicional de las Madres,
|
hacernos
presentes en los actos públicos, donde los agasajaba el gobierno militar, para
pedirles por nuestros desaparecidos y despertar su interés y el de la prensa. Les
cuento, como ejemplo, dos visitas
importantes: una ante el embajador norteamericano Terence Todman y otra frente
al Secretario de Estado de ese país,
Cyrus Vance. Gritábamos para interrumpir los actos e hicimos acusaciones
muy fuertes al gobierno militar, cuando nadie se animaba a salir a la calle a
protestar. En todas estas manifestaciones,
todavía no usábamos el pañuelo en la cabeza, (símbolo que las
caracteriza hasta el DIA de hoy).
![]() |
un pañuelo en la cabeza,
hecho inicialmente
con tela de un pañal.
|
Un DIA de octubre de 1976 - se festejaba el DIA de la madre
- y la iglesia católica decidió realizar
una marcha hacia la ciudad de Lujan, situada en la provincia de Buenos Aires.
En la Basílica de ese lugar, se
encuentra la Virgen de Lujan que es la santa mas venerada por todos los
católicos argentinos. Como no sabíamos como identificarnos entre nosotras,
resolvimos ponernos en nuestras cabezas un panal (diaper) - de tela - de
nuestros hijospara que la gente y los periodistas comiencen a reconocernos y a
enterarse que en el país había desaparecidos. Después de esta marcha
participamos en otro acto convocado por organizaciones de derechos humanos y la
policía nos llevo presas. En la confusión, se equivocaron y llevaron detenidos
también a algunos periodistas extranjeros y eso hizo que inmediatamente el
mundo se enterara de lo que pasaba en nuestra patria.
Preguntas:
- ¿Qué significado tiene el pañuelo blanco que llevan en la cabeza las madres?
- ¿Cómo se enteró el mundo entero de las Madres de la Plaza de Mayo y de lo que pasó en Argentina?
El 10 de diciembre de ese ano secuestraron a la primera
Presidente de nuestra asociación, Azucena Villaflor. Fue terrible. Un golpe
durísimo. Era casi imposible imaginar como seguir. El gobierno continuaba
secuestrando a nuestros hijos. Las que teníamos un desaparecido, pasamos a tener
dos, o tres, en algunos casos.
Después del secuestro de Azucena, que nunca más apareció con
vida, no fue fácil retornar a la Plaza
de Mayo. Muchas madres tenían miedo de volver. También se hacia difícil ir a
reclamar a los centros de detención y a los campos de concentración que
habíamos descubierto. Nos llevaban presas a cada momento. Cuando detenían a una
madre, íbamos todas a la comisaría y hasta que no la liberaban no nos íbamos
del lugar. Nos golpeaban. Ponían perros en la Plaza para que nos ataquen. Nos
tiraban gases lacrimógenos. Pero resistimos por ese pedacito de Plaza y por ese
pedacito de cielo, hasta llegar al DIA
de hoy.
Preguntas:
- ¿Quién es Azucena Villaflor y qué pasó con ella? ¿Era una excepción o la regla?
- ¿Cómo trató la policía a las madres?
En 1979 hicimos nuestro primer viaje a Europa y nos recibió
en Roma, el presidente italiano Sandro Pertini y en el Vaticano, el Papa. En
Estados Unidos estuvimos con Patricia Derian del Departamento de Estado.
Durante ese año la represión que sufrimos fue horrible, tan fuerte que no podíamos ir todos los
jueves a la Plaza. Pero, cuando no íbamos nos reuníamos, siempre los días
jueves, en alguna iglesia de la
ciudad.El 22 de agosto de 1979, decidimos crear formalmente la asociación de
Madres de Plaza de Mayo.
En 1980 reconquistamos la Plaza. Dijimos: tenemos que ir
pase lo que pase. Ese jueves, el gobierno puso policías arriba de los árboles,
con ametralladoras, para amenazarnos.
Pero igual nos quedamos. Nos volvieron a golpear, pero desde ese DIA, no nos pudieron echar nunca mas.
Preguntas:
- ¿Cómo era el año 1979?
- ¿Marcharon las madres todos los jueves en la Plaza de Mayo?
- ¿Qué pasó el 22 de agosto de 1979.
- ¿Qué paso en 1980?
Durante la guerra de las Malvinas, en 1982, nos
solidarizamos con las madres de los soldados muertos en la batalla contra los
ingleses. Mientras los hijos de otras mujeres combatían hicimos un cartel y lo
pusimos en la Plaza. Y decía lo siguiente: "Las Malvinas son argentinas,
los desaparecidos también".
En 1983, hubo elecciones y volvió la democracia a nuestro
país. Fue elegido, Presidente de la Nación, el Dr. Raúl Alfonsín. Entonces, se
creo la Comisión Nacional de Desaparición de Personas - CONADEP - . Nosotros
nunca creímos en ese organismo. Estaba formado por gente independiente que se
encargo de investigar los crímenes de la dictadura militar.
En 1985, con la documentación reunida, que llego a tener
50.000 paginas, se hizo el juicio a la Junta Militar que fascinó a todo el mundo
pero que mandó a la cárcel, por poco tiempo, a los culpables de practicar el
terrorismo de Estado en nuestro país. Sin embargo, una ley de Obediencia Debida
y de Punto Final - dictada en el gobierno del Presidente Carlos Menem, que
gobernó Argentina desde 1989 hasta 1999
- indultó y liberó a los
responsables de asesinar a nuestros hijos. Hoy algunos de ellos, como el
general Videla, están encarcelados en sus domicilios - porque tiene mas de 70
años - por estar acusados de secuestrar,
también, a nuestros nietos.
Preguntas:
- ¿Qué pasó en 1980?
- ¿Qué pasó en 1983?
- ¿Quién es Raúl Alfonsín?
- ¿Qué es CONADEP?
- ¿Qué hubo en 1985, y con qué resultado?
- ¿Quién es Carlos Menem?
- ¿Qué es la ley de Obediencia Debida y de Punto Final?
Cuando promediaba la década del 90, los nuevos integrantes de las Fuerzas Armadas
manifestaron su arrepentimiento y pidieron perdón a la sociedad, por los
crímenes cometidos por aquellos militares.
Las Madres de Plaza de Mayo tienen el reconocimiento internacional y el
apoyo de entidades de España, Australia, Canadá, Dinamarca, Italia, Francia y
Suecia. Fueron laureadas con el premio UNESCO 1999 de la Educación por la Paz,
además de menciones, honores y reconocimiento de universidades, iglesias y
organizaciones no gubernamentales de Alemania, Noruega, Estados Unidos, Brasil,
Cuba y Yugoslavia.
En 1990 en Ámsterdam, Holanda, se inauguro una estatua
representando a una madre en la Plaza denominada "Madres de Plaza de
Mayo".
Mantienen un periódico y fundaron en Buenos Aires, la "Universidad Popular Madres de Plaza
de Mayo" donde funcionan cinco escuelas, diez seminarios y cuatro
talleres, que enseñan entre otras materias: Derechos Humanos y Políticos,
Economía Política y Social, Investigación Periodística, Psicología Social y
Psicodrama.
Manifestación de las Madres de la Plaza de Mayo.
|
Fuentes:
LAS MADRES DE PLAZA DE MAYO
50 años de música
Todo el mundo que me conoce sabe que, desde muy joven, yo
quería ser ceramista. El hecho de que yo empezara a cantar profesionalmente se
produce por una serie de eventos que tenían un color casual, informal. De la
mano de mi hermano Juan Ramón y los Dieciséis Jueces empecé a hacer pequeñas
intervenciones. En verano de 1965 actué en un recital de los Setze Jutges en el
Hotel Jaime I de Palma y después, por la insistencia del presidente de
Juventudes Musicales de Mallorca, Pau Valls, en el mismo hotel yo sola.
Creo que fue un lento contagio. La alegría de los Setze
Jutges, sus canciones, su propuesta de compromiso con la lengua y el país,
hacían que aquella afección por la música fuera creciendo en mí. Ellos se
cuidaban de hacerme creer que yo podría ser cantante.
Maria del Mar Bonet, la voz del Mediterráneo
Cuando Rita Levi-Montalcini trato de conciliar dos aspiraciones inconciliables –según el gran poeta Yeats–: perfección en la vida o perfección en el trabajo, se decantó por la imperfección en la vida y en el trabajo. Y al descubrir el placer que le procuraban vivir y trabajar, descubrió que eso, la imperfección, era lo que más se avenía a la naturaleza humana. Su vida –mujer, y científica, y de origen judío– es una odisea que recorre el siglo xx y parte del xxi. Elogio de la imperfección es su autobiografía, un balance de la trayectoria profesional y vital –de más de cien años– de la científica y la mujer. (Elogio de la imperfección)
Los progresos que se están haciendo y se harán para curar el
Parkinson y Alzhéimer se deben a los descubrimientos que hizo Rita Levi Montalcini,
Nobel de medicina, fallecida este domingo en Roma, a la edad de 103 años. Será
enterrada en forma privada en Turín, ciudad donde nació. En su testamento ha
dejado todo su patrimonio personal a la investigación científica.
Estaba ya casi ciega y sorda, pero mantenía una lucidez de
cerebro que le ha permitido trabajar hasta el final de una vida marcada por la
pobreza inicial de medios de investigación, el Nobel (1986), el Holocausto del
que se libró gracias a una camarera y, sobre todo, la rebelión contra un
destino que a principios del siglo pasado le habría condenado a ser “ama de
casa, esposa y madre”. “Yo no seré nunca esto”, dijo un día a su padre,
matemático, que ella había definido como “padre-patrón”. Durante toda su vida
ilustró las investigaciones con originales dibujos propios y vestía elegantes
modelos que ella misma había diseñado.
Rita Levi Montalcini, la señora de la ciencia
Grace Kelly se casó con Rainiero de Mónaco, tuvo lugar el atentado de Oklahoma y comenzó el levantamiento del gueto de Varsovia un 19 de abril
![]() |
Rainiero III de Mónaco y Grace Kelly el día de su boda. (GTRES) |
“No
quiero estar casada con alguien que se siente inferior a mi éxito, o
porque gano más dinero que él”
“La
libertad de la prensa funciona de tal manera que no hay mucha
libertad en ella”
― Grace
Kelly
Un
19 de abril, en
1956, la actriz estadounidense Grace
Kelly contrajo matrimonio con el príncipe Rainiero III de Mónaco,
convirtiéndose así en la princesa consorte del microestado europeo.
La ceremonia tuvo lugar en la Catedral de San Nicolás de Mónaco y a
ella asistieron celebridades como Aristóteles Onassis, Cary Grant y
Ava Gardner, además de ser seguida por una estimación de 30
millones de televidentes.
También
un 19 de abril, en
este caso de 1995, un
camión lleno de explosivos fue detonado en Oklahoma City frente
a un edificio de la administración federal,
causando la muerte de 168 personas e hiriendo a otras 680. El
atentado fue perpetrado por Timothy McVeigh, un veterano de la guerra
del Golfo, y Terry Nichols, quien le ayudó en la fabricación de la
bomba. El ataque es el atentado con más víctimas mortales
perpetrado en suelo estadounidense después del 11-S.
Asimismo, en
1943 tuvo lugar el levantamiento
del gueto de Varsovia,
un acto de
resistencia judía contra los planes de traslado de sus
habitantes por los nazis al campo de concentración de Treblinka,
situado en la zona oriental de Polonia. La revuelta, la mayor de
cuantas protagonizaron los judíos durante la Segunda Guerra Mundial,
se extendió hasta el 16 de mayo de ese año, y durante la misma
perdieron la vida más de 13.000 personas.
![]() |
Judíos capturados por los nazis tras la rendición del gueto de Varsovia. (DOMINIO PÚBLICO) |
Además, en
1932 nació en Medellín (Colombia) el pintor y escultor Fernando
Botero.
Sus trabajos se caracterizan por la representación de figuras con
volúmenes exageradamente grandes. Botero está considerado uno de
los artistas vivos más reconocido de Latinoamérica.
(Lucrecia Borja o Borgia; Subiaco, 1480 - Ferrara, 1519)
Noble y mecenas italiana a la que tradiciones poco fundamentadas atribuyen toda
clase de crímenes y vicios, hasta el punto de haber sido erigida en prototipo
de maldad. Último miembro influyente de la poderosa y corrupta estirpe de los
Borgia, en su corte de Ferrara favoreció el mecenazgo de escritores y artistas
y acogió a sus familiares tras la caída de su padre. Mujer extraordinariamente
hermosa (su belleza angelical fue inmortalizada por Pinturicchio), Lucrecia
Borgia creció en aquellas exquisitas y también depravadas cortes donde era
común servir pócimas envenenadas a los invitados con elegante ademán y también
sonrisa obsequiosa.
Su familia procedía de Borja, una región española situada en
los confines orientales de la sierra del Moncayo, en la actual provincia de
Zaragoza, aunque en el siglo XIII se estableció en Valencia. Uno de sus
antepasados, el obispo Alonso de Borja (1378-1458), pasó de Játiva a Roma y se
convirtió en papa con el nombre de Calixto III, practicando desde entonces un
descarado nepotismo que tuvo su principal beneficiario en su sobrino Rodrigo,
padre de Lucrecia. Rodrigo, tras sortear la animadversión desatada por los
romanos contra los Borja tras la muerte de su tío, se valió de su fortuna para
hacerse 1492 con el papado, convirtiéndose en el papa Alejandro VI.
![]() |
Lucrecia Borgia
(detalle de un supuesto
retrato de Bartolomeo Véneto)
|
La familia se escindió en dos ramas cuando el mayor de los
hijos de Rodrigo de Borja, Pedro Luis (1458-1488), compró el ducado de Gandía a
Fernando el Católico y casó con una prima de éste, María Enríquez. Pronto
ducado y esposa serían heredados por su hermano menor, Juan, mandado asesinar
en 1497 por otro de sus terribles y envidiosos hermanos, César Borja, aunque
los duques de Gandía permanecerían desde entonces ajenos a los asuntos de
Italia, dando origen a una casta jalonada de personalidades notables entre las
que destacan San Francisco de Borja, nieto de Juan, y el virrey del Perú
Francisco de Borja y Aragón (1577-1658).
Mientras tanto, entre la fecha en que Alejandro VI fue
promovido a la dignidad pontificia y la de su muerte, que le acaeció en 1503,
los Borja, que habían italianizado su apellido convirtiéndose en los Borgia, se
fortalecieron en el poder hasta el extremo de que, por un momento, pareció que
se podían adueñar de toda Italia, suscitando con su actitud la unánime inquina
de las familias patricias de Roma.
Además de Pedro Luis y Juan, Alejandro VI fue el progenitor
de César, nacido en Roma en 1475, y de Lucrecia, cinco años más joven que éste,
todos ellos nacidos de su amante Vanozza Catanei. El escudo de su familia
llevaba un toro de oro sobre terraza recortada de sinople con bordura de gules
cargada de ocho llamas también de oro. A pesar de la acomodación de su apellido
a la lengua del país de adopción, padre e hijos mantenían en su correspondencia
privada el catalán, dando con ello origen a una estrafalaria leyenda sobre el
lenguaje cifrado utilizado por los Borgia, naturalmente alimentada por sus
capciosos enemigos.
Veraz es sin embargo el recurso frecuente que se les
atribuye a un veneno secreto, probablemente arsénico, con el que despachaban
expeditivamente a sus contrincantes políticos, pero esta apelación a los
bebedizos ponzoñosos era relativamente habitual en aquella turbulenta y poco
escrupulosa época, y no patrimonio exclusivo de los Borgia, como se ha
pretendido maliciosamente. Baste recordar que Alfonso el Grande recibió una
advertencia de sus galenos para que no leyera el libro de Tito Livio que Cosme
de Médicis le había regalado, porque las páginas estaban impregnadas de un
polvillo tan invisible como letal; que la silla de mano del papa Pío II
apareció untada de un extraño veneno, y que toda Italia estaba intrigada por la
composición del tósigo líquido con que fue asesinado el gran pintor Rosso
Fiorentino.
Alejandro VI, cuya actividad diplomática más relevante fue
sin duda la célebre bula Inter caetera (1493), que repartía las tierras del
Nuevo Mundo entre España y Portugal, casó a los trece años a su hija Lucrecia
con Giovanni Sforza, pero cuatro años más tarde logró deshacer el compromiso
alegando impotencia del marido. En realidad, su propósito era unirla, como así
haría en agosto de 1498, con su segundo cónyuge, Alfonso, príncipe de
Bisceglie, bastardo de la familia real de Nápoles, con quien tuvo un hijo,
llamado Rodrigo, en noviembre del año siguiente.
![]() |
Lucrecia Borgia (supuesto retrato en
La disputa de Santa Catalina, de Pinturicchio)
|
Por aquel entonces César Borgia, que, como era de esperar,
había tenido una fulgurante carrera eclesiástica, siendo nombrado obispo de
Pamplona a los dieciséis años (1491) y arzobispo de Valencia y cardenal a los
veinte, abandonó su condición sacerdotal y se casó con Catalina de Albret,
hermana del rey de Navarra. En su cuerpo comenzaban a advertirse los estragos
de la sífilis, pero ello no le impidió aliarse con el rey Luis XII de Francia
y, tras recibir el título de duque de Valentinois, acompañarle en su conquista
del Reino de Nápoles en 1501. Como prueba de buena voluntad, previamente había
hecho estrangular en las gradas mismas de las escaleras de San Pedro al esposo
de su hermana, Alfonso de Aragón, en agosto de 1500. Se cuenta que la víctima
venía de asistir a un espectáculo muy poco edificante protagonizado por cinco
meretrices.
Éstas habían sido detenidas, acusadas de diversos crímenes y
condenadas a la horca, pero se les ofreció la gracia de que se les conmutaría
la pena si se prestaban a actuar como estatuas de la Voluptuosidad en la arena
durante una corrida de toros. Ante la alternativa de una muerte segura,
naturalmente aceptaron y aparecieron en la plaza desnudas sobre un pedestal y
cubiertas por un barniz dorado. Los astados mataron a dos de ellas, que se
movieron presas de pánico, antes de que los señores acribillasen con sus
flechas a la bestia, pero las otras tres, que salieron ilesas de aquella fiesta
atroz y fueron paseadas triunfalmente en el mismo carro que transportaba a los
toros muertos, no corrieron mejor suerte, porque a pesar de los esfuerzos que
hicieron por la noche para desprenderse del indeleble barniz que las cubría,
fallecieron en medio de espantosas agonías.
Fue entre esta fecha y la de su posterior y postrero
matrimonio, en diciembre de 1501, con Alfonso de Este, primogénito del duque de
Ferrara, cuando la vida disoluta de la Lucrecia veinteañera dio pábulo a la
leyenda negra que se cierne sobre ella. Durante este período de alegre viudez
se entregó a todos los excesos y orgías en el escenario corrompido del
Vaticano, dando a luz un hijo fruto de amores incestuosos con su propio padre y
llegando incluso a desempeñar por tres veces la máxima dignidad en los asuntos
de la Iglesia.
El eximio poeta vanguardista y desaforado pornógrafo francés
Guillaume de Apollinaire noveló aquellos festines, desmesuras, obscenidades y
escándalos en una obra maldita y poco conocida que se tituló La Roma de los
Borgia, publicada en 1913 y raramente reeditada. Aunque el relato se centra
sobre todo en las perfidias maquiavélicas de César Borgia, ofrece asimismo
numerosos pasajes en los que describe las perversiones de su deslumbrante
hermana. La novela atribuye, por ejemplo, los amores entre Lucrecia y Alejandro
VI a una mala jugada de César. Fue en el curso de una de esas locas y
licenciosas fiestas a las que se entregaban con gran pasión los romanos de la
época. Estaban en ella presentes, junto a una multitud selecta de cortesanos,
además del papa, sus dos extraordinarios hijos y la que, por entonces, era su
amante preferida, Julia Farnesio.
Después del banquete, amenizado con música de laúd, arpa,
rabel y violón, y bien surtido de exquisitos vinos de Capri, Sicilia y moscatel
de Asti, los regalados cuerpos sintieron llegada la hora voluptuosa. César
Borgia, que actuaba siempre de maestro de ceremonias, organizó entonces el
juego de las candelas, un divertimento consistente en que, mientras se apagaban
las luces, los convidados se entrelazaban libremente y se besaban a su sabor.
Las bocas de las mujeres eran copas donde los hombres bebían vinos generosos,
al tiempo que las aliviaban de sus rasos y terciopelos y soltaban sus cabellos
para que cayeran libremente sobre los senos desnudos.
El juego, en el que estaba prohibido hablar y que servía de
pretexto para desatar los apetitos febriles en una apoteosis orgiástica,
consistía en mantener en la boca una candela ardiendo mientras todo el mundo
hacía esfuerzos para apagarla, y era obligatorio caminar a cuatro patas. Por lo
común las cortesanas reemplazaban enseguida las bujías por confituras que los
hombres trataban de atrapar en la misma boca y nunca se tardaba demasiado en
que la oscuridad se hiciera completa. Alejandro VI buscaba a su amante, a la
que apenas podía reconocer por su collar, pero en el remolino de cuerpos César
había quitado esa joya a Julia Farnesio y la había puesto al cuello de
Lucrecia. Alejandro VI creyó tener así entre sus brazos a su amante cuando en
realidad poseía a su adorable hija. La lasitud sobrevino tras los jadeos, y una
luz tenue reveló la figura yaciente y encantadora de Lucrecia que dormía con
placidez. Lejos de arrepentirse de aquella indeliberada monstruosidad, tras
sobreponerse de la sorpresa inicial, el papa acarició los bucles sedosos de su
linda niña.
![]() |
Detalle de un supuesto retrato de Lucrecia
Borgia atribuido a Dosso Dossi (c.1518)
|
Durante los espectáculos que se representaban en el jardín,
sus invitadas se acompañaban de delicados pajes de labios pintados de rojo y
perfumados con algalia, almizcle y ámbar, cuya misión consistía en ofrecer a
las mujeres, sentadas sobre los tapices que las protegían del fresco contacto
con la hierba, trozos de torta, mazapanes y refrescos en bandejas de plata.
Pero entre todos destacaba uno, admirable por su moldeado torso desnudo y sus
blancos brazos de Narciso, que la anfitriona confió deferente a la encantadora
cortesana Alessandra.
La representación comenzó con la lectura de poemas de amor
mientras el jardín iba siendo invadido por una completa oscuridad, a la que
siguió una comedia con escenas mitológicas, amenizada por grotescas máscaras,
disputas de locos y jorobados que se propinaban golpes con vejigas de cerdo.
Pero antes de que la farsa concluyera las embriagadas damas habían hallado
mejor distracción en los cuerpos flexibles y serviciales de los mancebos,
quienes desarreglaban entre risas las sedas y encajes y dejaban la huella
bermeja de sus labios en los rostros complacientes de sus frenéticas
compañeras. Estando muy avanzada la velada y los cuerpos molidos y saciados, se
convino en repetir aquellas orgías, y las alegres mujeres se despidieron
envidiando sobre todo a la agraciada Alessandra. Pero la más feliz aquella
noche era sin duda Lucrecia, sabedora de que la satisfecha Alessandra, amante
del ahora cornudo Eliseo Pignatelli, no tardaría en contagiar a su detractor la
ponzoñosa sífilis que su joven paje le había transmitido.
Sea o no cierta esta cruel travesura y las anteriores
circunstancias que rodearon el incesto que los historiadores parecen haber
confirmado, la depravada Roma, que asistía impasible a que el Vaticano se
hubiera convertido en un lupanar y a que en su seno proliferaran los crímenes
sin tasa, difícilmente podía condenar la inmoralidad de Lucrecia Borgia,
víctima de un tejido perenne de conspiraciones y de una época en que la vida
humana apenas poseía ningún valor.
Lo cierto es que Lucrecia celebró después su tercer
matrimonio con el heredero del ducado de Ferrara y que, cuando se trasladó a su
nuevo hogar, en febrero de 1502, apenas contaba veintidós años. Al año
siguiente moría su padre y el ilusorio poder omnímodo de los Borgia se
desmoronaba a manos de otras familias igualmente desalmadas y expeditivas.
Algunos de los bastardos de César Borgia se refugiaron en la corte de su tía,
en Ferrara, mientras que Jofre, uno de los hermanos menores de Lucrecia, se
retiró a Nápoles, donde ostentó el título de príncipe de Squillace.
Por su parte, el artero César Borgia sobrevivió muy poco
tiempo al descalabro general, y después del breve pontificado de Pío III, desde
el 22 de septiembre al 18 de octubre de 1503, la elección como sucesor del peor
de sus enemigos, el cardenal Giuliano della Rovere, que adoptó el nombre de
Julio II, acabó de un plumazo con sus ambiciones. Julio II no tuvo empacho en
faltar a la palabra que le había dado a César y mandarlo detener en Ostia,
obligándole a abdicar de todas sus posesiones en la Romaña, y en perseguirle
más tarde con saña hasta que consiguió que Gonzalo Fernández de Córdoba le
arrestase y le enviase a España. Allí padeció prisión durante dos largos años
en los castillos de Chinchilla y de la Mota hasta que, en un nuevo alarde de
astucia, determinación y temeridad, logró evadirse de este último. Murió, no
obstante, poco después, a consecuencia de las heridas sufridas en una
escaramuza en Navarra, en cuya corte se había refugiado.
A partir de 1505, Lucrecia se convirtió, tras la muerte de
su último esposo, en la duquesa de Ferrara, y durante algunos años por su
brillante corte desfilaron artistas famosos como Ariosto y Pietro Bembo, que se
consagraron a cantar su belleza y sus visibles encantos. Misteriosamente, por
algún motivo inexplicado, en 1512, con sólo treinta y dos años y sin que su
lozanía se hubiese aún marchitado, comenzó a gustar de la soledad y se apartó
de los fastos cortesanos y de las pompas ceremoniosas. Se mostraba retraída y como
si fuera la contramoneda misma de la dulce, alegre y desaprensiva joven que
había sido, y esta actitud inopinada, lejos de delatar un carácter voluble y
tornadizo, no hizo sino acreditar su obstinación y su firmeza, porque
permaneció en ella hasta el fin de sus días, durante siete interminables años.
Todas las especulaciones son válidas para explicar tan
extraña actitud, incluso las de quienes suponen un tardío arrepentimiento y un
recogimiento encaminado a rumiar las culpas y excesos de la vida pasada. Pero
aunque esta beatífica e improbable versión de los hechos sea cierta, no podrá
nunca creerse que Lucrecia se encerró en sus últimos años en una intransigente
castidad, porque murió en 1519, desgarrada por los dolores, a consecuencia de
un aborto.